A pesar de las protestas antiturismo en España durante el año pasado y del difícil entorno post-Brexit para los potenciales expatriados, las propiedades en el país del sur del Mediterráneo siguen siendo muy populares entre los compradores británicos.
Ante estos factores, los compradores extranjeros de inmuebles españoles cayeron un 0,1 por ciento en el segundo trimestre de 2024 respecto al mismo periodo de 2023, según datos del mercado inmobiliario del Colegio de Registradores de España.
En total, los compradores no españoles representaron el 14,8% de todos los compradores de propiedades, frente al 14,9% en 2023.
Los británicos representan el 8,4 por ciento de las ventas al exterior (una proporción mayor que cualquier otro grupo), seguidos por los alemanes con el 7 por ciento y los marroquíes con el 6,1 por ciento.
Sin embargo, menos británicos están comprando propiedades en España que hace una década.
En 2014, los británicos representaban el 15,77% de los compradores de propiedades, lo que significa que esta proporción se ha reducido casi a la mitad en una década.
Ferran Font, portavoz del sitio web de vivienda Pisos.com, dijo a la prensa española: “Comparando los datos de 2024 con los de 2014, vemos que la tendencia que se mantiene es que los residentes británicos son los principales interesados”.
Sin embargo, señaló que España ha visto una «diversificación de compradores» con más marroquíes y rumanos comprando propiedades en esta década que en décadas anteriores.
La prevalencia de propietarios extranjeros varía según la región. Como era de esperar, las zonas populares entre los turistas son donde la mayoría de los expatriados compran casas.
Por ejemplo, en las Islas Baleares un tercio de todas las propiedades compradas por no españoles (33,4 por ciento).
Mientras que en Canarias, el 31,1 por ciento de sus viviendas fueron adquiridas por extranjeros. El porcentaje de no españoles en Valencia es del 28,8 por ciento, mientras que el porcentaje de no españoles en Murcia es del 23,6 por ciento, en Cataluña del 16,1 por ciento y en Andalucía del 13,7 por ciento.
“España sigue siendo un país muy atractivo para los inversores, como demuestran estas cifras”, añadió Font.
«Los precios, incluso con su fuerte tendencia alcista, siguen definiendo una oferta de vivienda mucho más competitiva que otros mercados, lo que permite a los compradores extranjeros actuar como un impulsor necesario».
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