El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, prometió el miércoles «responsabilizarse» por las afirmaciones de que Madrid espió a decenas de figuras separatistas catalanas utilizando un controvertido software espía.
El grupo Citizen Lab de Canadá dijo la semana pasada que más de 60 personas vinculadas al movimiento separatista catalán habían sido blanco del software espía Pegasus después de un intento fallido de independencia en 2017.
Los funcionarios electos, incluidos los líderes regionales catalanes actuales y anteriores, se encontraban entre los objetivos del software espía creado por el grupo NSO de Israel, que se infiltra en los teléfonos móviles para extraer datos o activar una cámara o un micrófono y espiar a sus propietarios.
“Seremos responsables”, dijo Sánchez durante un debate, sus primeros comentarios públicos sobre las acusaciones de espionaje.
“Este es un tema serio que exige respuestas serias”, agregó.
Las acusaciones han tensado las relaciones entre el gobierno de coalición de minoría izquierdista de Sánchez y el partido separatista catalán ERC, cuyo apoyo necesita para aprobar la legislación.
El ERC ha amenazado con retirar su apoyo al gobierno, y el parlamento votará el jueves sobre un paquete de ayuda financiera masiva para ayudar a las familias y empresas afectadas por la inflación vertiginosa.
Sánchez pospuso los viajes planeados a Moldavia el jueves y a Polonia el viernes para permanecer en España.
El gobierno dijo el domingo que iniciaría investigaciones sobre el asunto.
– ‘El peor escándalo de espionaje’ –
Pero el líder catalán Pere Aragonés dijo el miércoles que esto no era suficiente y pidió la renuncia de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que supervisa el aparato de inteligencia del país.
Ella “no puede permanecer en su puesto y manejar el peor escándalo de espionaje en décadas”, dijo Aragonés.
El gobierno no ha confirmado ni negado si usa Pegasus o software espía similar, y solo dice que cualquier vigilancia se llevó a cabo bajo la supervisión de jueces.
Sánchez prometió «máxima transparencia» y dijo que los documentos podrían desclasificarse para ayudar en las investigaciones sobre el presunto espionaje.
Al mismo tiempo, defendió al servicio de inteligencia español, el CNI, diciendo que todo lo que había hecho se había hecho «con escrúpulo y rigor, dentro del marco de la ley».
Citizen Lab, que opera en la Universidad de Toronto, se enfoca en abusos de derechos humanos de alta tecnología.
En su análisis dijo que no podía atribuir directamente las operaciones de espionaje al gobierno, pero que las pruebas circunstanciales apuntaban a las autoridades españolas.
Los separatistas catalanes han señalado con el dedo al servicio de inteligencia de España.
El diario español de mayor venta, El País, informó el martes que el servicio tenía la aprobación para espiar a las figuras separatistas catalanas, y que el espionaje estaba dirigido a muchas menos personas de las que alegaba Citizen Lab.
Cataluña, en el norte de España, ha estado durante varios años en el centro de una crisis política entre los separatistas, que controlan el ejecutivo y el parlamento regional, y el gobierno central en Madrid.
Las tensiones habían disminuido desde que comenzó el diálogo entre el Gobierno de Sánchez y las autoridades regionales en 2020 y la concesión de indultos a nueve líderes independentistas el año pasado.
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