Argentina, que ha experimentado un aumento reciente en los casos de coronavirus, es el quinto país latinoamericano con 100.000 muertes.
Argentina se ha convertido en el quinto país latinoamericano en superar las 100.000 muertes relacionadas con COVID-19, mientras el país lidia con un aumento en los casos de coronavirus que ha tensado su red de atención médica y exacerbado una crisis económica ya grave.
Y el Ministerio de Salud argentino dijo, este miércoles, que el país registró 614 nuevas muertes durante las últimas 24 horas.
Ahora ha reportado 100,250 muertes por coronavirus y 4.7 millones de casos desde que comenzó la pandemia, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Argentina ha sido uno de los países más afectados de América Latina, pero el promedio de casos diarios ha caído desde su pico el mes pasado y la tasa de ocupación de camas en UCI ha caído, aunque se mantiene por encima del 60 por ciento a nivel nacional.
La titular de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, advirtió este miércoles que «las infecciones están aumentando nuevamente» en el país.
«Los casos aumentan cuando comienza la complacencia. Todos estamos cansados, pero después de experimentar picos sucesivos de infección en los mismos lugares, debemos romper este ciclo adoptando medidas de salud pública de manera temprana y constante», Etienne Él dijo Durante una rueda de prensa semanal.
El gobierno argentino volvió a imponer medidas de bloqueo a principios de este año en medio de una fuerte segunda ola de infecciones, algunas de las cuales se han revertido desde entonces. Tiene restricciones estrictas sobre las llegadas a la frontera en un esfuerzo por prevenir variantes de virus infecciosos.
«Cada vida que he tenido es un gran pesar para mí», dijo el presidente Alberto Fernández en un discurso la semana pasada. «Te garantizo que en estos meses no dejaremos de vacunar a todos los argentinos».
Pero muchos ciudadanos todavía luchan por hacer frente a los efectos de la pandemia.
Sandra del Valle Pereira, de 50 años, había ido al Cementerio San Vicente en el centro de Córdoba para visitar las tumbas de sus padres, fallecidos por COVID-19.
«Me dejaron solo», dijo Valle Pereira a Reuters, y dijo que ella y sus hermanos habían sido aislados entre sí para evitar la infección. «Primero murió mi mamá y luego mi papá. Ya no sé cómo sentirme acerca de esta terrible enfermedad».
No es solo la epidemia lo que nos está envolviendo en este país. “También hay una gran crisis económica”, dijo Gaston Rossici, de 34 años, de un equipo de bomberos en Córdoba, que se encargó de transportar a los muertos durante la pandemia.
«Muchos familiares nos llaman llorando, no solo por la muerte, sino porque no tienen el dinero … para poder enterrar a los muertos como una persona se merece», agregó Rusici.
Durante el pico del virus en Argentina en abril, más del 80 por ciento de las camas de cuidados intensivos estaban en uso.
Más de 20,6 millones de personas en el país han recibido al menos una dosis de la vacuna, de las cuales 5,1 millones han sido totalmente inmunizadas, según las autoridades.
Hasta la fecha, más del 60 por ciento de la población adulta y el 45 por ciento del total han recibido al menos una dosis.
«उत्साही सामाजिक मिडिया कट्टर»