Cientos de manifestantes sudaneses salieron a las calles de todo el país el miércoles para exigir la renuncia del gobierno por las reformas económicas respaldadas por el Fondo Monetario Internacional.
Las protestas estallaron un día después de que el Fondo Monetario Internacional aprobara un préstamo de 2.500 millones de dólares y un acuerdo de alivio de la deuda que reducirá la deuda externa de Sudán en 50.000 millones de dólares.
El descontento público aumentó por las reformas que recortaron los subsidios a la gasolina y el diésel, que duplicaron con creces sus precios.
Decenas de personas se reunieron en Jartum, quemando neumáticos y pancartas que decían «Pan para los pobres» antes de ser dispersadas por la policía, que lanzó gases lacrimógenos.
El Ministerio del Interior de Sudán dijo en un comunicado más tarde el miércoles que 52 policías resultaron heridos en enfrentamientos en varias áreas de Jartum.
Las fuerzas de seguridad también utilizaron gases lacrimógenos contra los manifestantes que intentaron unirse a las protestas desde Omdurman, la ciudad hermanada de la capital a orillas del Nilo.
En Kassala, en el este de Sudán, decenas de personas exigieron justicia para los muertos en las manifestaciones que derrocaron al presidente Omar al-Bashir en abril de 2019.
Sudán ha sido dirigido por una administración civil-militar de transición desde agosto de 2019.
El gobierno ha prometido reformar la economía del país, que ha sufrido décadas de mala gestión, conflictos internos y sanciones internacionales bajo Bashir.
El primer ministro Abdalla Hamdok, el miércoles, elogió al pueblo de Sudán por su «paciencia» y «firmeza».
«Estamos en el camino correcto», dijo el primer ministro en un discurso televisado después de que el FMI anunció el acuerdo de alivio de la deuda.
Las manifestaciones del miércoles coinciden con el aniversario del golpe militar que llevó al poder a al-Bashir hace más de 30 años.
«उत्साही सामाजिक मिडिया कट्टर»
