La administración Biden cree que el reciente ataque a la instalación nuclear iraní en Natanz, que se atribuyó a Israel, y la decisión de represalia de Irán de enriquecer uranio hasta en un 60%, podrían socavar las negociaciones en curso destinadas a restaurar el acuerdo de 2015 para frenar la energía nuclear de Teherán. ambiciones.
Las conversaciones, que tienen lugar en Viena, incluyen a las principales potencias mundiales que intentan salvar el acuerdo que el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó hace tres años.
El director del Mossad, Yossi Cohen, y el asesor de seguridad nacional, Meir Bin Shabat, viajarán a Estados Unidos en las próximas semanas para conversar sobre la situación.
Israel y Estados Unidos ya han llevado a cabo dos diálogos estratégicos sobre el tema, en los que participaron el asesor de seguridad nacional estadounidense Jack Sullivan y el secretario de Defensa Lloyd Austin.
Austin estuvo en Israel la semana pasada para conversar con el ministro de Defensa Benny Gantz y el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Mientras tanto, el gabinete de seguridad se reunió a las 4 pm del domingo por primera vez desde febrero para discutir la última escalada con Irán.
La reunión dirigida por Netanyahu se centraría en múltiples informes, incluso dentro de los medios israelíes, de que Israel estaba detrás del ataque a las instalaciones de Natanz y la posterior decisión de Teherán de aumentar el enriquecimiento de uranio.
El gabinete también está listo para discutir los supuestos ataques israelíes a barcos iraníes y el supuesto sabotaje de barcos de propiedad israelí por parte de Irán.
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