España ha tipificado como delito el acoso o la intimidación de las mujeres que se someten a un aborto en virtud de una nueva legislación aprobada por el Senado el miércoles.
La medida, que implica cambios en el código penal, significa que los antiabortistas que traten de convencer a las mujeres de que no interrumpan sus embarazos podrían enfrentar hasta un año tras las rejas.
La medida fue propuesta por el Partido Socialista del presidente Pedro Sánchez y entrará en vigor tras ser publicada en el Boletín Oficial del Estado en los próximos días.
Cualquiera que intente “impedir [a woman] Desde ejercer su derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo” hasta “actos molestos, ofensivos, intimidatorios o amenazantes” enfrentará penas de prisión de entre tres y 12 meses, o servicio comunitario, dice el texto.
En la práctica, el legislativo criminaliza las protestas fuera de las clínicas de aborto. La prohibición también se aplica al acoso o la intimidación de los profesionales de la salud que trabajan en las clínicas de aborto.
La España incondicionalmente católica despenalizó el aborto en 1985 en los casos de violación, si el feto presenta malformaciones o si el parto representa un riesgo físico o psicológico grave para la madre.
El alcance de la ley se amplió en 2010 para permitir el aborto a pedido en las primeras 14 semanas de embarazo.
Aun así, las mujeres españolas siguen enfrentándose a obstáculos, ya que “la mayoría” de los obstetras-ginecólogos del sector público se niegan a realizar tales procedimientos, ha dicho el colegio de médicos de la Organización Médica Colegial (OMC).
Cuando van a una clínica privada, las mujeres a veces se enfrentan a antiabortistas que tratan de persuadirlas de que no interrumpan sus embarazos.
Mientras se debatía la legislación, los antiabortistas de la plataforma Derecho a la Vida se manifestaron frente al Senado contra la “criminalización” de sus protestas.
“Rezar no es delito y seguiremos rezando y ofreciendo nuestra ayuda a todas aquellas mujeres que lo necesiten para que vean que el aborto no es la única solución”, ha dicho la portavoz Inmaculada Fernández en un comunicado.
Según un estudio de 2018 de ACAI, que representa a las clínicas de aborto, el 89 % de las mujeres españolas dijeron que se habían sentido acosadas al asistir a una clínica de aborto, y el 66 % dijo sentirse amenazada.
El gobierno de Sánchez también está trabajando en una ley para garantizar que todos los hospitales públicos ofrezcan abortos, y más legislación que permitirá a las jóvenes de 16 y 17 años interrumpir un embarazo sin el permiso de sus padres, como pueden hacerlo actualmente en el Reino Unido y Estados Unidos. Francia.
"खाना विशेषज्ञ। जोम्बी प्रेमी। अति कफी अधिवक्ता। बियर ट्रेलब्लाजर। अप्रिय यात्रा फ्यान।"