El enviado de Estados Unidos, Amos Hochstein, llegó el martes a Beirut en un intento por reactivar las moribundas conversaciones sobre una disputa fronteriza marítima entre Líbano e Israel que ha obstaculizado la exploración de petróleo y gas.
El nuevo enviado para las conversaciones negociadas por Estados Unidos, un asesor cercano del presidente Joe Biden desde hace mucho tiempo, está listo para abordar la grave crisis energética del Líbano en sus reuniones.
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El entonces vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, a la izquierda, conversa con el enviado especial del Departamento de Estado para Asuntos Energéticos Internacionales, Amos Hochstein, durante la Cumbre de Seguridad Energética del Caribe de 2015.
(Foto: AP)
Un comunicado del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que Hochstein discutirá soluciones sostenibles a la crisis energética en el Líbano.
El Líbano atraviesa actualmente la peor crisis financiera de su historia y la escasez de combustible ha paralizado al país en los últimos meses.
Con el país en bancarrota incapaz de proporcionar más de una o dos horas de electricidad de la red por día, las personas, las empresas y las organizaciones dependían casi por completo de los generadores a diésel.
Parecía que los dos rivales, Washington y Teherán, estaban compitiendo en las últimas semanas para encontrar la principal solución a la crisis energética del Líbano.
Irán, obstaculizado por las sanciones de Estados Unidos y otras, envió un petrolero a Siria y luego trasladó su carga a través de un punto fronterizo ilegal a su representante libanés, Hezbollah.
La medida fue vista como una solución a corto plazo con un impacto limitado en la crisis energética, pero también como un truco mediático exitoso que llevó a Washington a acelerar los esfuerzos para encontrar soluciones alternativas.
Desde entonces, Estados Unidos ha impulsado públicamente una iniciativa regional que incluiría a Egipto, Jordania y el Banco Mundial.
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Una base de las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) en Naqoura, cerca de la frontera entre Líbano e Israel, en el sur del Líbano.
(Foto: Reuters )
«El señor Hochstein también confirmará el deseo de la administración Biden de ayudar a Líbano e Israel a encontrar una solución mutuamente aceptable para la frontera marítima compartida en beneficio de ambos pueblos», dijo el comunicado de Estados Unidos.
Israel y el Líbano reanudaron las negociaciones sobre sus fronteras marítimas en disputa en 2020, pero el proceso se atascó por la afirmación de Beirut de que el mapa utilizado por las Naciones Unidas en las conversaciones debía modificarse.
Los políticos libaneses esperan que los recursos de hidrocarburos comercialmente viables frente a las costas del Líbano ayuden a sacar al país fuertemente endeudado de su atolladero económico.
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